Apoyo Bajo

El apoyo bajo

Una de las tantas técnicas que nos brinda seguridad y confianza a la hora de encontrarnos con esas olas sorpresivas que en gran medida son generadas por embarcaciones mayores, el rebote en una explanada o las producidas por el viento en las zonas internas de nuestro delta. No recuerdo haber tenido que recurrir a otro apoyo hasta el día que empecé a incursionar en las olas de mar donde ya deberíamos recurrir tal vez en reiteradas ocasiones al apoyo alto, pero hoy no es el tema que tocaremos. Esta técnica se utiliza cuando las olas son más pequeñas en altura pero no menos violentas, por eso pueden volcarnos con facilidad, de por sí son las que lo generan ya que subestimamos su fuerza. Así que antes de que estas situaciones te tomen por sorpresa sin este recurso, trataremos de explicarte como funciona.

Buscá una playa segura y resguardada, te recomiendo invitar a un compañero así tienes a mano alguien que te cuide, incluso si sólo se sienta a mirar y reírse de los revolcones iniciales. Para comenzar trataremos de entender qué sucede en nuestro kayak. Éste siempre intentará copiar el movimiento del espejo de agua en el que estamos, más si el casco es plano y cuando no pueda hacerlo, como por ejemplo en los casos que nuestro fondo es más largo que la secuencia de olas es cuando “quedamos en el aire”, sucede normalmente cuando las mismas ondas son perpendiculares, ahora aquellas que son paralelas (de costadito) es cuando la presión generada va a tender a lanzarnos y volcarnos para el lado contrario de donde viene. Un ejemplo simple es si me pongo paralelo a la costa la ola vendrá de la banda contraria (costa de enfrente) y el vuelco generalmente es hacia la costa. Una vez que tenemos esta básica comprensión de lo que sucede podemos dar comienzo a practicar un poco más conscientemente este recurso. Ahora “¡al agua!”

Cuando ésta golpee el lateral del casco, la repentina sacudida te empujará de lado en dirección a la orilla. Para evitar la tendencia al vuelco el truco es inclinarse ligeramente hacia ella (dentro de lo posible estar bien sujeto en el interior puede ayudarte a transmitir esa inclinación que realizamos), me gusta pensar en el recurso de ponerle la cara a la ola y no esconderse. Luego deja que tu peso descanse sobre la cara exterior de la hoja de tu remo y apoyate en ella mientras el bote es empujado de lado. Al principio puede resultar extraña la sensación ya que como no es un medio sólido sentirás como la pala se hunde; con las reiteradas prácticas vas a lograr incorporar el concepto, No hay kayak inestable ya que la misma estabilidad te la dará esta técnica y las que poco a poco incorpores con el tiempo.

En el video que te muestro a continuación vas a notar como barrenando la ola voy utilizando estos apoyos bajos de cada lado y cuando me noto sobrepasado en altura por la ola que va a rompe recurro al apoyo alto, una vez compensada la presión me reincorporo… algo que veremos en los próximos post.

Si te interesa aprender esto y mucho más te invitamos a entrenar en nuestro Centro de Actividades para Kayakistas, te esperamos. Saludos, Federico Haffner.